El inicio de tener un amor verdadero entre la pareja es adquirir el compromiso de construir una relación que les permita crecer en su individualidad, en compañía y apoyo del otro. Asimismo, asumir posiciones negociadoras, conocer la importancia de “ceder para ganar” y dar la oportunidad de demostrar que se es empático. Por otra parte, establecer límites permite que se viva en armonía y la relación se sienta respetada y auténtica.

Es importante dejar atrás el pensar en primera persona y comenzar a pensar en un nosotros. Ese nosotros une a la pareja en el amor desde la confianza y la tranquilidad. Del mismo modo, es necesario trabajar diariamente en la expresión de afectos como el emitir palabras dulces, besos, caricias, abrazos, miradas y sonrisas.

La pareja que se encuentra sexualmente por pasión o por mantenimiento expresa su deseo con palabras, miradas, con el tacto y el lenguaje corporal. Vivirlo de manera frecuente es una de las formas de alimentar el amor, fortalecer la intimidad y proteger el vínculo que los une como pareja.

Por otra parte, ser los mejores amigos y confidentes les permite compartir los miedos, los sueños, los secretos y también los intereses. Es necesario planear actividades que les permita pasar tiempo juntos, a solas, sin interrupciones y sin afanes. Igualmente, esto Incentiva la comunicación y la conexión que les ayuda a aprender a leerse entre líneas, un leguaje que solo la pareja conoce y que los hace únicos.

Finalmente, construyendo, comprometiéndose, entregándose a la intimidad y siendo confidentes, las parejas aprenden a vivir con intensidad, fuerza y convicción un amor verdadero.

Publicado en la Revista Salud & Vida. El Pais

Ver artículo original